lunes, 4 de junio de 2012

¿Y si digo sí?

'Cosas Intimas #69' - Conrad Roset


Esta noche acabo de ver una película que me dejó pensando. Bueno, no se trata de la mejor película de todos los tiempos, tal vez no tuvo las críticas más populares cuando se estrenó ni es de una trama muy complicada. Se trata de la película "Yes man" de Peyton Reed, protagonizada por Jim Carrey y Zoey Deschannel.

En síntesis, en la película se nos cuenta la vida de un banquero aburrido y nada espontáneo (Carrey) que por azares del destino conoce a un hombre que se dedica a predicar la idea entre personas poco felices de decir "Sí" a todo lo que se les presenta en la vida. El personaje de Carrey decide llevarlo acabo, con lo cual logra enfrentarse a una serie de situaciones que lo llevan a conocer a una chica (Zoey) de la cual se enamora.

¿Pero qué es lo que me llamó la atención? Precísamente la idea de decir "sí". Reflexionemos un poco. ¿Qué pasaría si de pronto un día me levanto y decido repartir por el mundo solamente respuestas afirmativas? Sería un lío, claro, pues en la ciudad en la que vivo te encuentras con personas repartiendo volantes, pidiendo dinero para sus causas, aplicando encuestas para tal o cual cosa... Pero también me enfrentaría a un mundo de posibilidades y, por qué no, de oportunidades. ¿Cuántas veces no nos ha pasado que rechazamos invitaciones a proyectos, una comida con algún amigo, una ida al teatro o al ballet, un curso de foto o lo que sea? Y cuál es la verdadera razón que nos lleva a declinar estas opciones... ¿Ahora se puede apreciar más claro cómo es que sería un verdadero reto decir que sí a todo?

Con lo que escribo no quiero decir que vayamos por la vida haciendo cosas a la fuerza, ni que dejemos que los demás se aprovechen de la situación, sino que mantengamos una postura abierta a la posibilidad de encontrar en nuevas cosas una vía para ser felices. Tal vez suene demasiado optimista y hasta tonto, pero hay que abrir los ojos. No tener miedo de descubrir y ejercitar nuestro espíritu al ser espontáneos aunque sea sólo un día, dejar de lado el tiempo estrictamente planeado y, por qué no, decir sí unas cuantas veces. Veré si puedo lograrlo...

Liz

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